lunes, 11 de julio de 2011

Como hacer una profunda Confesión Sacramental


Preparación para hacer una Confesión profunda:

La confesión es un acto de humildad de los más grandes y el que más molesta al enemigo. Que un hombre pecador se arrodille ante otro hombre pecador para aceptar sus miserias es algo muy beneficioso para nosotros porque cada día va quitándole territorios al demonio que ya tenía conquistados en nuestra alma. Cada vez que tú eres humilde, envías al demonio de regreso al infierno, el no puede ser otra cosa que soberbio y orgulloso y con la confesión tu lo vences.

Dicen los Sacerdotes que una confesión bien hecha es más poderosa que el más potente exorcismo, porque en el exorcismo se está expulsando al demonio que posee el cuerpo, pero en la confesión se expulsa a los pecados que poseen el alma y eso no lo puede hacer nadie por nosotros, es una decisión individual sacarlos de ahí. Solo una vida de Gracia es lo que nos mantiene blindados ante las balas que el demonio nos lanza a diario.

Cuando llegamos donde el Sacerdote a confesarnos, es porque ya venimos de pedir perdón a Dios por nuestras culpas, ya tuvimos tiempo de pensar detenidamente en los pecado que podríamos haber cometido, ya nos dolimos por ofenderlo, ya nos dimos cuenta de que traicionamos a Quien nos ama y ahora vamos a traer la absolución que Jesús mismo nos da por medio del Sacerdote.

Una buena confesión es aquella en la que le decimos a Dios que estamos arrepentidos de haberlo ofendido y que vamos a poner todo de nuestra parte para no traicionarlo más con ese pecado; nadie llega donde su padre a decirle “perdóname, robé cinco dólares de tu cartera, perdóname esta vez, pero volveré a hacerlo”, esa no es una actitud de arrepentimiento, esa actitud no amerita el perdón. El perdón viene junto con la intención de no continuar en esa actitud y si no nos consideramos capaces de evitarlo, si creemos que nos tiene encadenados y que nuestra voluntad ya no nos pertenece, pues con mayor razón, al confesión debe ser un acto de verdadera humildad en el que detestamos el pecado en que lo aborrezcamos y roguemos a Dios que se apiade de nosotros y que nos conceda la Gracia que necesitamos para detenernos, El es quien da la fuerza para vencer la tentación, pero quiere vernos ansiosos por ya no ofenderlo.

Es clave que en la confesión debemos llamar a los pecados por su nombre, no podemos hacerlos ver menores de lo que son, ni disfrazarlos y mucho menos hacerlos ver como la respuesta lógica a las acciones de otros en nuestra contra, las confesiones durarían dos minutos por persona, si la gente no dijera cosas como “yo venía en el tráfico y el auto rojo de enfrente casi me choca mi Toyota nuevo, entonces por esa gran imprudencia me molesté y yo le grité que tuviera más cuidado”, el auto de enfrente no está en el confesionario, solo yo que estoy atando en el infierno al pecado: “Padre, le pido perdón a Dios porque proferí un insulto contra un Templo de Su Santo Espíritu, me irrité contra mi hermano y lo ofendí”.

Para que el pecado vaya siendo arrancado de nuestra vida es necesario cumplir la penitencia que el Sacerdote nos impone y también reparar el daño que cometimos (si esto es posible), algunos actos de reparación podrían ser: devolver lo robado, pedir perdón a quien ofendimos, hacer un acto de amor para borrar nuestra falta a la caridad, etc.

Para hacer una confesión general profunda, antes de ir al confesionario, Ud. debe ponerse en las Manos de Dios, pedir la asistencia del Espíritu Santo y leer estas lecturas:

- Romanos Capítulo 1, versículos del 18 en adelante y Capítulo 2, versículos del 1 al 16
1 Corintios Capítulo 6
- Gálatas Capitulo 5
- Levítico Capítulos del 15 al 20
- Deuteronomio Capítulos 18 y 29

1º Ponerse de rodillas, invocar al Espíritu Santo y pedirle a Él y al Angel de la Guarda que nos ayuden a redordar los pecados que debemos confesar, aún aquellos que están ocultos para nosotros. Hacer una lista escrita de los pecados en los que uno ha incurrido.

2º Ir al Santísimo, ponerse de rodillas y pedir la protección e intercesión de María Santísima y de San Miguel Arcángel, de los Angeles y de los Santos del Cielo

3º Pedir a Jesús Sacramentado la Gracia del arrepentimiento, del Perdón y de la Misericordia y confesarle a Jesús esos pecados de la lista, entregárselos, poner especial cuidado en pedir perdón por aquellos pecados más difíciles de confesar

4º Hacer un fuertísimo propósito de no volver a cometerlos o al menos el propósito de cambiar al menos uno de ellos. Pedir la ayuda Celestial para lograrlo

5º Antes de levantarse del piso debe pedir a Jesús: “Concédeme la Gracia de llevarme a un Sacerdote que me escuche con paciencia toda esta lista de pecados y háblame a través de él”.

6º Ir a confesarse con el Sacerdote sin disimular los pecados, sin querer hacerlos ver menores de lo que son, sin querer ponerles otros nombres, llame al pecado por su nombre y dígalo con valor y arrepentimiento. (No diga: odio a tal persona porque ella me hace tal o cual cosa… decir: Siento odio por tal persona!!! He robado, etc. Hágase cargo de sus culpas y no culpe a nadie más).

7º No deje que Satanás lo atormente después de la confesión, sépase perdonado, siéntase perdonado. Antes de confesarse Satanás le decía: Eso no es pecado! Y después de la confesión le dice: Dios no te ha perdonado ese grave pecado!  Si Satanás lo quiere convencer de que Ud. sigue siendo un inmundo, que sigue en pecado, muéstrele la Cruz y dígale que se vaya de ahí, repréndalo en el Nombre de Jesús y dígale que esa Cruz es la señal de que Cristo ya le ha perdonado todas sus faltas! Expúlselo, eso le recordará que ya ha sido derrotado.

8º Repare las faltas que ha cometido, si eso es posible, aléjese de aquellas amistades o actividades que pongan en riesgo su estado de Gracia, si luego de salir del confesionario Ud. recuerda un pecado que no confesó, sepa que ha recibido una Gracia de Dios, por su interés en hacer las cosas bien y confiéselo en la próxima vez. El Sacerdote lo absuelve de “todos sus pecados” y es Jesús mismo quien lo ha absuelto, pero es necesario que Ud. sea quien confiese esos pecados que hoy no recuerda con sus labios, en la medida en que Ud. camine en la Luz, todo lo que está en la oscuridad irá siendo descubierto para que sea confesado.

Algunas citas bíblicas del Nuevo Testamento sobre el tema:

Juan 20, 22-23: "Dicho esto, sopló sobre ellos y les dijo: "Recibid el Espíritu Santo. A quienes perdonéis los pecados, les quedan perdonados; a quienes se los retengáis, les quedan retenidos." Solo el Sacerdote puede perdonar los pecados en nombre de Cristo, no importa si el mismo es un gran pecador, Jesús siempre supo que Judas lo iba a traicionar y aún así le dio autoridad para sanar a los enfermos, para expulsar a los demonios, etc.

Mateo 18, 18: "Les aseguro que todo lo que ustedes aten en la tierra, quedará atado en el cielo, y lo que desaten en la tierra, quedará desatado en el cielo" Jesús dejó este beneficio a nuestra Iglesia, quien no lo aprovecha está enterrando el talento.

Hechos 19, 18: "Muchos de los que habían creído venían a confesar y declarar sus prácticas" Inmediatamente la confesión se convirtió en una práctica de obediencia y hoy 2000 años después sigue vigente.

2 Corintios 5, 18-20: "Y todo proviene de Dios, que nos reconcilió consigo por Cristo y nos confió el ministerio de la reconciliación. Porque en Cristo estaba Dios reconciliando al mundo consigo, no tomando en cuenta las transgresiones de los hombres, sino poniendo en nosotros la palabra de la reconciliación. Somos, pues, embajadores de Cristo, como si Dios exhortara por medio de nosotros. En nombre de Cristo os suplicamos: ¡reconciliaos con Dios!" Los apóstoles dicen "somos embajadores de Cristo", fué en ellos quien Jesús dejó el ministerio del perdón de los pecados, sobre nadie más, ni siquiera sobre los discípulos, solo sobre los apóstoles que se han venido sucediendo y que así seguirán hasta el fin del mundo.

1 Juan 1, 8-10: "Si decimos: "No tenemos pecado", nos engañamos y la verdad no está en nosotros. Si reconocemos nuestros pecados, fiel y justo es él para perdonarnos los pecados y purificarnos de toda injusticia"

Esta es la preparación para hacer una confesión profunda, los pasos de la confesión están en la entrada: http://misdevocionescatolicas.blogspot.com/2010/04/oraciones-para-la-confesion-sacramental.html



jueves, 8 de abril de 2010

Los 10 Mandamientos de la Ley de Dios

1- Amarás a Dios sobre todas las cosas.
2- No tomarás el nombre de Dios en vano..
3- Santificarás el día del Señor.
4- Honrarás a tu padre y a tu madre.
5- No matarás.
6- No cometerás actos impuros.
7- No robarás.
8- No levantarás falsos testimonios ni mentirás.
9- No consentirás pensamientos ni deseos impuros.
10- No codiciarás los bienes ajenos.

Oraciones al Señor de las Misericordias (para el dia y la noche)

AL COMENZAR EL DIA

Y otra Hoja más del libro de mi vida!!! Que me traerá el día que empieza? Lo que Tú quieras Señor; pero te pido que aumentes mi Fe para mirarte en todo, dame Esperanza para no desfallecer y caridad para amarte cada día más, para hacerte amar de los que me rodean y para amarte en ellos. Dame paciencia y humildad, desprendimiento y generosidad, dame Señor lo que Tú sabes que me conviene más y que yo no se pedir. Que tenga el corazón alerta, el oído atento, las manos y la mente activa y me halle siempre dispuesto a hacer Tu Santa Voluntad y a cumplir tus mandamientos. Derrama Señor Tus Gracias sobre todos los que amo, especialmente sobre aquellos a quienes no les soy tan grato, concede Tu Paz en nuestras almas y al mundo entero y haz que todos sepamos que Tus Gracias nos las das por medio de la Inmaculada Virgen María, Tu Santísima Madre y Madre Nuestra.

AL TERMINAR EL DÍA

Gracias Señor por todo lo que me diste en este día que termina. Gracias te doy por los días de sol y los nublados y tristes; por las tardes tranquilas y por las noches oscuras. Gracias por la salud y la enfermedad; por las penas y las alegrías. Gracias por todo lo que me prestaste y que luego me pediste. Gracias Señor por la sonrisa amable y por la mano amiga por el amor y por todo lo hermoso y dulce; por las flores y las estrellas; por la existencia de los niños y de las almas buenas. Gracias por la soledad, por el trabajo y por las inquietudes; por las dificultades y las lágrimas, gracias por todo lo que me acercó a Tí. Gracias por Tu presencia en el Sagrario y por la Gracia de Tus Sacramentos. Gracias por haberme conservado la vida y por haberme dado techo, abrigo y sustento. Amén.

Jesús yo confío en Ti
Jesús yo me entrego a Ti
Jesús yo descanso en Ti.

Pasos para la Confesión Sacramental


1-Examen de Consciencia

Oh Santo Espíritu Concédeme la gracia, de acercarme a este Sacramento con las disposiciones necesarias; ilumíname el entendimiento, a fin de que ahora confiese todo aquello que ha molestado a mi Dios; movedme el corazón, a fin de que deteste mis pecados con verdadero y amargo dolor; dirige mis labios, a fin de que los confiese con sinceridad y alcance perdón y misericordia. (Ave María)

Revisar los pecados

2-Contriccion de corazón
Conociendo mis pecados con gran arrepentimiento:

Yo confieso ante Dios Todopoderoso y ante Uds. Hermanos que he pecado mucho de pensamiento, palabra, obra y omisión, por mi culpa, por mi culpa, por mi gran culpa, por eso ruego a Santa María siempre Virgen, a los Angeles, a los Santos y a vosotros hermanos para que intercedan por mi ante Dios nuestro Señor.


3-Proposito de enmienda

Señor mío Jesucristo, Dios y hombre verdadero, Creador Padre y Redentor mío, por ser vos quien sois (Bondad Infinita) y porque os amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón haberte ofendido y también me pesa porque podéis castigarme con las penas del infierno. Pero ayudado de vuestra Divina Gracia, propongo firmemente no volver a pecar, confesarme y cumplir la penitencia que me fuere impuesta. Amén


4-Decir los pecados al confesor

5-Cumplir la penitencia

Pésame Dios mío y me arrepiento de todo corazón de haberte ofendido, pésame por el infierno que merecí y por el cielo que perdí, pero mucho más me pesa porque pecando ofendí a un Dios tan bueno y tan grande como Vos. Antes querría haber muerto que haberte ofendido y propongo firmemente no pecar mas y evitar las ocasiones próximas del pecado.

Oración de las Siervas de la Eucaristía (Akita)

Oración de las siervas de la Eucaristía:

"Sacratísimo Corazón de Jesús, verdaderamente presente en la Sagrada Eucaristía, Yo consagro mi cuerpo y mi alma para que sea enteramente uno con tu corazón que esta siendo sacrificado en todos los altares del mundo y dando alabanza al Padre, rogando por la venida de su Reino. Recibe este humilde ofrecimiento de mi ser. Haz de mí como Tú quieras para la Gloria del Padre y la salvación de las almas. Santísima Madre de Dios, nunca dejes que me separe de tu Divino Hijo. Defiéndeme y protégeme como hijo tuyo. Amen".

Aquéllos que ponen su confianza en mí serán salvos

El mundo actual hiere al Sacratísimo Corazón de Jesús con sus ingratitudes y sus ultrajes

-Rezar en reparación por los pecados de la humanidad.
-Rezar mucho por el Papa, por los Obispos y los Sacerdotes.
-Tener en gran estima la devoción a la preciosísima sangre de Cristo.
-Deseo, con mi Hijo, almas que reparen, con sus sufrimientos y su pobreza, por los pecadores y los ingratos.
-Oración, Penitencia y Sacrificios animosos pueden suavizar la ira del Padre. Lo deseo también de tu comunidad, que amen la pobreza, que se santifiquen, y recen en reparación de la ingratitud y los ultrajes de tantos hombres. Rezad la oración de las Siervas de la Eucaristía meditando su significado, ponedla en practica. Ofrecedla en reparación de los pecados. Que cada una se esfuerce según su capacidad y oficio, ofreciéndose enteramente al Señor.

-Es verdad lo que piensas en tu corazón? ¿Estás verdaderamente decidida a convertirte en piedra rechazada? Mi novicia, ¿deseas pertenecer sin reservas al Señor, ser la Esposa digna del Esposo, hacer tus votos sabiendo que debes ser adherida a la Cruz con tres clavos? Estos clavos son: pobreza, castidad y obediencia. De los tres, la obediencia es el fundamento. En total abandono, déjate guiar por tu superior. El sabrá como entenderte y dirigirte

Oración de Perdón (Indispensable)

Se inicia llevando a los pies de la Cruz de Jesús a la persona a la que se va a perdonar, se trata de revivir las situaciones dolorosas que nos hizo pasar, tratar de sentir el dolor, la frustración, el miedo, etc. para que amplificando esos sentiemintos dolorosos se pueda perdonar con consciencia de que es lo que se está perdonando.

ORACIÓN DE PERDÓN
(Hacerla en voz alta)

EN EL NOMBRE DE JESUCRISTO, YO (di tu nombre completo) PERDONO A: (di el nombre de la persona a quien vas a perdonar)

TE PERDONO POR TODA OFENSA, HUMILLACIÓN, ENVIDIA, MALDICIÓN Y RECHAZO. TE PERDONO POR LOS PLEITOS, INSULTOS, ABANDONOS, GOLPES Y RENCORES, TE PERDONO POR TU ALCOHOLISMO, POR LAS INFIDELIDADES Y MENTIRAS.

TE PERDONO POR NO CUMPLIR LO PROMETIDO, POR TUS CHISMES Y CALUMNIAS.

TE PERDONO POR TODA FALTA DE AMOR, CONSIDERACION Y CARIDAD.

(RESPIRA PROFUNDAMENTE Y MENCIONA TODO LO QUE ESA PERSONA QUE ESTAS PERDONANDO TE HIZO SENTIR)

EN EL NOMBRE DE JESÚS: YO TE PERDONO. EN EL CORAZÓN DE JESÚS: YO TE PERDONO. EN LA MISERICORDIA DE JESÚS: YO TE PERDONO, TE BENDIGO Y DESATO TODO LAZO DE RENCOR ENTRE TU Y YO

DELANTE DE DIOS TE DECLARO INOCENTE Y LIBRE, YA NO ME DEBES NADA, LE PIDO A JESÚS QUE TE AME PROFUNDAMENTE, TE LLENE DE PAZ Y SE MANIFIESTE EN TI CON ABUNDANCIA DE BIENES ESPIRITUALES Y MATERIALES.

AMÉN, AMÉN, AMÉN

Oración de Entrega

Señor Jesucristo te necesito, te confieso mi incapacidad de dirigir mi vida por tus caminos de justicia. No quiero fracasar más y por eso hoy tomo la decisión de seguirte y lo hago libre, consciente y voluntariamente delante de testigos. Jesucristo yo creo en Ti, creo que eres el Hijo de Dios Padre. Hoy te abro mi corazón y te entrego todo lo que soy y lo que tengo. Te invito a que entres en mí y seas el rey de mi vida. Te conozco como mi único Salvador, mi único Señor. Ven a dirigir mi vida y no permitas que me aleje de ti. Gracias Señor, junto con todos los que te aman, cantaré tu Gloria y seré tu testigo. Señor yo creo que la Biblia es tu Palabra Viva, y luchare con toda mi voluntad para obedecer tus mandamientos y enseñanzas, ser fiel a su lectura diario y enseñarla a otros si Tu me lo permites. Al aceptarte hoy, he nacido de nuevo y he venido a ser piedra viva de tu iglesia, que es Tu Cuerpo.
Gracias Señor, Amén.